
No siempre gana, ni mucho menos pierde, pero el Real Madrid siempre está ahí, y para lo que muchos es una buena temporada llegar a semifinales de Champions y quedar segundo en Liga, para los merengues es una decepción.
Porque si, la temporada pasada ganó títulos, pero no desempeño su mejor campaña. Después de quedar segundos en Liga ante su máximo rival, el FC Barcelona y perder los clásicos ligueros por 0-4 en el Bernabéu y 4-3 en Barcelona, y quedar eliminados en cuartos de Champions ante un Arsenal arrollador en balón parado, muchos calificaron su temporada como “desastrosa».
Con un Militao lesionado toda la temporada, con un Alaba lesionado también desde la pasada campaña y con un Rüdiger de 32 años, la afición pedía a gritos un rejuvenecimiento y renovación de defensa. Esa renovación llegó desde la casa, con la irrupción de Raúl Asencio, pero no fue suficiente. Por eso Florentino se ha puesto en marcha y ha desembolsado 178 millones de euros, el mercado que más millones ha gastado desde 2019.
El primer cambio fue en los banquillos ya que tras la marcha de Carlo Ancelotti a Brasil y la buena temporada de Xabi Alonso en el Bayern Leverkusen, el presidente no dudo en traer de vuelta al español, pero está vez de entenador después de hacer campeón al conjunto teutón.
Ya conoce a la perfección La Casa Blanca y del agrado de la afición del mejor club del siglo XX .

No hablamos de un equipo cualquiera, sino del Real Madrid, con figuras consagradas, jóvenes en ascenso y una plantilla que, en términos de talento, probablemente sea la más completa del continente.
Figuras como Jude Bellingham, Vinícius Jr., Rodrygo y Eduardo Camavinga han crecido bajo el ala de Ancelotti, quien supo dosificar y guiar.
Ahora, el turno es de Xabi Alonso, quien deberá imponer su estilo sin desestabilizar la armonía. Para ello, tendrá que hacer equilibrios entre su autoridad natural con una buena dosis de empatía y lectura emocional, algo que ya demostró dominando un vestuario multicultural que también se encontró en el Bay Arena .
Como siempre, en el Real Madrid todo se mide por títulos. La afición puede tener paciencia, pero no indulgencia. La Champions League es una exigencia, pues ya la encuentran como su hábitat natural , no un objetivo a largo plazo. Y la Liga EA Sports , una obligación.
Xabi Alonso lo sabe. No viene a experimentar ni a construir a cinco años. Llega con una misión clara: ganar. Su experiencia internacional, su mirada moderna y su hambre de gloria pueden ser los ingredientes ideales para devolver al Madrid un estilo dominante sin perder su tradicional instinto competitivo.
En LaLiga, deberá superar a una competencia que no cede: el Barça buscará revancha con un nuevo proyecto, el Atlético seguirá siendo un rival incómodo y otros equipos como el Athletic Club que está en pleno auge con un Nico Williams que ha optado por seguir rugiendo como león y es una amenaza para cualquiera.
A falta de alegrías con la sección femenina, que recordemos perdió la final de la Copa de la Reina 2023 ante el Atlético, en Chamartín se agarran al aura del vigente campeón de la Copa Intercontinental.