
📌 ¡Triunfo del ONA! Las de Ana Junyent doblegaron por 0-1 al Espanyol en la Dani Jarque.
El sol caía oblicuo sobre la Ciudad Deportiva Dani Jarque, dorando el césped y tiñendo de luz cálida las gradas mientras las jugadoras del RCD Espanyol Femenino realizaban los últimos ejercicios de calentamiento. El murmullo de la afición se mezclaba con el sonido seco de los balones golpeados y el eco metálico de las porterías ajustando redes. La pretemporada, con sus rituales de ilusión y esperanza, entraba en una fase decisiva: cada amistoso ya no es solo una prueba física, sino una declaración de intenciones.
El rival, F.C. Badalona Women (ONA), llegaba con la vitola de equipo consolidado en la Liga F Moeve, un bloque reconocible y competitivo que prometía un examen serio para las dirigidas por Sara Monforte. El choque, segundo amistoso del verano para las blanquiazules, no iba a decidir ningún título, pero sí tenía el peso de esas citas que permiten calibrar la temperatura real de un proyecto.
El marcador final fue un 0-1 que, sobre el papel, implica derrota. Pero en la memoria de quienes lo vieron, quedó grabada la imagen de un Espanyol ambicioso, valiente y con fases de juego de gran nivel, que se dejó llevar por la verticalidad y el ritmo alto en varios tramos, y que solo cedió ante un rival paciente y clínico en su definición.
plan de Monforte fue claro desde el primer silbato: intensidad en la presión y transiciones rápidas. El equipo salió sin reservas, con la línea defensiva adelantada y un centro del campo que buscaba robar y lanzar en cuestión de segundos. Las interiores se ofrecían, las extremos buscaban diagonales y la delantera trataba de fijar a las centrales rivales para abrir pasillos por fuera.
En los primeros veinte minutos, el balón se movió con intención de lado a lado, desgastando al ONA y encontrando espacios para finalizar. La primera gran ocasión llegó tras una combinación rápida por banda derecha que terminó en un centro raso al corazón del área. El remate salió centrado, pero obligó a la portera visitante a estirarse para desviar. Poco después, un disparo desde 25 metros volvió a poner a prueba a la guardameta.
El ONA, lejos de entrar en pánico, decidió bajar pulsaciones. Ajustó líneas y empezó a ganar tiempo con posesiones largas, esperando una imprecisión rival. Y esa imprecisión llegó pasada la media hora: un pase arriesgado en la salida fue interceptado, la transición rival fue fulgurante y, en dos toques, el balón terminó en el fondo de la red con un disparo ajustado al poste que ajustició a a la guardameta local para abrir la lata con el 0-1 en el minuto 31 de juego.
El cero a uno obligó al Espanyol a replantear el segundo tiempo. Monforte pidió a sus jugadoras más calma en la elaboración para evitar pérdidas en zonas comprometidas. Sin embargo, la frescura ofensiva de la primera mitad se fue diluyendo. El ONA, con el marcador a favor, gestionó los tiempos a su antojo: pausas calculadas, ataques largos y defensas numéricas cuando las blanquiazules intentaban entrar en el último tercio.
La entrenadora perica introdujo cambios buscando dinamismo. Entraron piernas frescas en las bandas y en la medular para reactivar la presión alta. El equipo recuperó algo de mordiente, pero el rival ya había instalado el encuentro en un ritmo menos favorable para las transiciones rápidas que el Espanyol buscaba.
Las 22 protagonistas ganaron el túnel de vestuarios con una mínima diferencia a favor del Badalona, pero aún restaban cuarenta y cinco minutos por delante en Barcelona.
El descanso no trajo la misma chispa ofensiva. El Espanyol perdió algo de frescura y precisión en las combinaciones, especialmente en la conexión entre el centro del campo y la delantera. El ONA, consciente de la ventaja, gestionó los tiempos con inteligencia: bajó el ritmo, alargó posesiones y cortó el juego cada vez que el Espanyol parecía encontrar continuidad.
Monforte intentó agitar el partido con cambios. Varias jugadoras de refresco entraron para dar más profundidad y recuperar la presión alta, pero las visitantes ya habían conseguido instalar el partido en su terreno preferido: uno de pocos espacios, posesiones largas y escasas transiciones rápidas.
Aun así, el Espanyol mantuvo la disciplina táctica. Defensivamente no concedió más ocasiones claras y, poco a poco, volvió a rondar el área rival.
En los últimos diez minutos, las blanquiazules dieron un paso al frente. La grada, que nunca dejó de alentar, empujaba cada recuperación y celebraba cada balón recuperado como si fuera medio gol. El equipo se volcó al ataque, incorporando a las laterales y buscando centros desde ambas bandas.
La ocasión más clara llegó en el minuto 85: un córner cerrado al primer palo que la portera rival despejó como pudo, quedando el balón muerto en el área pequeña. El remate, con todo a favor, salió rozando el larguero. Apenas dos minutos después, otra llegada terminó con un disparo cruzado que se marchó por centímetros. Fueron momentos de asedio, con el ONA defendiendo con todo y el Espanyol rozando el empate que el esfuerzo merecía.
No hubo premio. El 0-1 resistió hasta el pitido final, dejando al Espanyol sin la recompensa de un gol, pero con una importante cosecha de sensaciones positivas.
El ONA asalta la Ciudad Deportiva Dani Jarque y sigue engrasando la maquinaria que para su debut en la Primera División Femenina del próximo sábado, 30 de agosto de 2025, desde las 18:00 horario peninsular, a domicilio en Riazor ante el Deportivo Abanca.
Por su parte, en el equipo perico este cero a uno adverso deja claro que las de Sara Monforte tienen aún mucho margen de mejora, pero quizá, cuando llegue la hora de la verdad, recordemos este amistoso no como un tropiezo, sino como uno de esos peldaños silenciosos que sostienen las grandes temporada
El debut del Espanyol en la Liga F Moeve llegará el próximo domingo, 31 de agosto de 2025, a partir de las 12:00 horario peninsular ante un equipo de Champions como es el Atlético de Madrid en un duelo de enjundia que nos ofrecerá en abierto TEN, canal disponible en la TDT.
Goles |
0-1 Estefanía Banini 31’ ⚽️
