El Dépor ganó el trofeo de Emma Cuervo desde los 11 metros, las coruñesas tuvieron que llegar a la tanda de penaltis para lograr el trofeo frente al Real Oviedo.
Empezaba el partido bajo un soleado cielo en Ribadeo y una confusa alineación por fallos técnicos de vestimenta que obligaron al Dépor a vestir con petos, al haber contado ambos equipos con el mismo color en sus prendas. El partido apuntaba fuerte.
Las alineaciones muy equilibradas por parte de ambos equipos que mostraron un gran desequilibrio en el campo.
Los balones disputados y la falta de pertenencia fueron la tónica habitual de un partido que no fue para nada aburrido. El primer gol llegaría de las piernas de Grace tras una falta lateral mal defendida por las blanquiazules.
Tampoco tardaría mucho tiempo en llegar la respuesta del Dépor que puso las tablas en el marcador desde los once metros con un penalti ejecutado por Ainhoa Marín.
Al descanso nos fuimos con tablas en el luminoso y una afición muy enfadada con el conjunto arbitral. Pocos minutos hicieron falta de la segunda parte para que el Real Oviedo se quedase sin una de sus jugadoras, Isina, expulsada con doble amarilla.
Y quizás lo más interesante de esta segunda parte sería el gol anulado a Marta Charle por fuera de juego que podría haberle dado el partido al Dépor Abanca sin necesidad de llegar a los penaltis.
Pero sí fueron necesarios, y consiguieron el trofeo tras un fallo estrepitoso de una de las jugadoras del Real Oviedo y una salvada magistral de Lucía para entregarles el Emma Cuervo en bandeja.
